La Sala 2 abarca un amplio periodo cronológico, desde el Eneolítico (segunda mitad del II milenio a.C.) a la Edad del Bronce (del 1.800 al 1.000 a.C.), estando representados en ella algunos de los principales yacimientos arqueológicos comarcales.
Al Eneolítico corresponde el yacimiento de la Cueva del Cerro Las Simas (Gaibiel) (Vitrina 5), del que se ha elegido para la exposición una breve muestra de instrumentos de sílex característicos de este periodo.
La Cueva del Abrigo I de Las Peñas (Navajas) (Vitrina 6) es una típica cueva de enterramientos múltiples utilizada con este fin hasta la Edad del Bronce. Destaca en ella el alto número de inhumaciones depositadas a lo largo del tiempo (más de veinte, algunas de ellas pertenecientes a niños) y los objetos que formaban parte del “ajuar funerario” de los difuntos: collares de cuentas de caliza o de caracolas, colgantes de hueso, de colmillos de jabalí o de piedra, botones de perforación en “V”, punzones, útiles de sílex y abundantes fragmentos de recipientes cerámicos.
El Abrigo II de Las Peñas (Navajas) (Vitrina7) se localiza muy cercano al anterior, aunque fue utilizado con una finalidad diferente, ya que el lugar sirvió de zona de habitación durante el Eneolítico y la Edad del Bronce. Entre los materiales recuperados destacan dos singulares pesas de telar de forma semilunar, así como abundante cerámica hecha a mano, colgantes, azuelas y útiles de sílex.
El tipo de poblamiento característico de la Edad del Bronce aparece representado en el resto de vitrinas y paneles de la Sala, en las que se recogen materiales procedentes de diversos yacimientos comarcales.
El hábitat en cuevas, generalizado durante esta fase cultural en el Alto Palancia, está representado en la Cueva de Las Balsillas (Vall de Almonacid), y en la Sima de La Higuera (Caudiel) (Vitrina 9), con una representación de vasos cerámicos y útiles de sílex. Junto a la Cueva Cerdaña (Pina de Montalgrao) (Vitrina10), son claros ejemplos de la utilización de las cuevas como hábitat estacional vinculado a las actividades ganaderas desarrolladas durante este periodo. De este último yacimiento debemos resaltar la presencia de un punzón de cobre, único objeto metálico de esta fase cultural localizado hasta hoy en la comarca, y su carácter de “Cueva Santuario” durante la posterior etapa ibérica. Esta condición queda atestiguada por los numerosos fragmentos de vasos caliciformes recuperados en el interior de la cueva.
En cuanto a los yacimientos al aire libre, están singularizados por los Poblados del Pozo y de La Peña (Altura) (Vitrina 8), con recipientes cerámicos hechos a mano y otros objetos relacionados con las actividades económicas de sus ocupantes (un molino de mano “barquiforme”, molederas y percutores, dientes de hoz empleados para la siega del cereal, etc.), y por los poblados de El Martinete (Jérica) (Vitrina 11), Collado del Cañar (Almedíjar) (Vitrina 12) y Barranco Masó (Altura) (Vitrina 13), de los que se han elegido diferentes recipientes cerámicos representativos de la tipología de este periodo.
La Sala se completa con dos vitrinas centrales. En la primera de ellas se expone una maqueta del poblado de la Edad del Bronce de La Lloma de Betxí (Paterna, Valencia), obra de J. Palomar Macián, mientras que en la segunda se explican las diferentes fases de ejecución de la cerámica a mano, así como los útiles empleados para esta actividad, y un espacio dedicado a los molinos “barquiformes” típicos de la Edad del Bronce, con tres ejemplares en los que se aprecian diferentes grados de utilización.
También podemos contemplar en la sala una recreación de un enterramiento de este periodo.